Si no le conoces ya, estamos seguros que te suena de alguna carrera. Se trata de ese chico alegre y fashion, de risa contagiosa y una cresta infinita, que puede ser amarilla, verde, o morada depende del día. Y que siempre luce con orgullo la camiseta de #MAPOMArunners. Porque es la comunidad que le cautivó por el buen rollo y la cercanía y, como él diría “el salseo” que siempre hay. Y en la que ha decidido quedarse por la confianza que ha ganado en sí mismo, porque ha evolucionado y mejorado como deportista y porque siente que forma parte de una familia que siempre le guiará hacia la meta de la mano.

Isamel empezó a correr en 2013. Lo que al principio era mera curiosidad por entender a esos locos en mallas que recorrían los parques, pronto se convirtió en una parte esencial de su vida. Porque ha descubierto el gran poder de superación que hay detrás de esto del running. Porque se sigue sorprendiendo a sí mismo con la fuerza y resistencia que ha ganado. Y porque no para de fijarse nuevos retos, cada vez un poco más exigentes, que le llenan de ilusión y de orgullo. En pocas palabras, es el deporte que destapa su mejor versión.